Un espacio creado con un único fin: expresar mi perspectiva del mundo, y con un único lema: "quejarse es fácil, reír aún más". Si no le gusta lo que escribo, bien pueda dejar de perder su tiempo. Abierto a la crítica, pero con argumentos.
lunes, 18 de marzo de 2013
La Infidelidad y la doble moral.
Primero que todo, debo aclarar que esta no es una justificación o un ataque visceral a la infidelidad, es una reflexión sobre un tema de conocimiento público y del cual todos tenemos una historia que contar, ya sea como el personaje principal o como un simple espectador. Víctimas o victimarios, esta no es la finalidad, es un tema que queda abierto para debate o para que expresen sus opiniones al respecto. Además es mi primer blog y espero sus críticas con ansias para poder mejorar y brindarles un mejor reflejo de mis pensamientos.
Teniendo en cuenta que la infidelidad no esta relacionada con un rango de edad, raza, sexo o tendencia sexual, sino que puede incluir a cualquier integrante de una población, podemos determinar que hace parte de nuestra cotidianidad y se ha convertido en un cliché de índole comercial y hasta de consumo, inclusive de uso publicitario en el que nos incitan a pensar que es un acto de emoción, adrenalina y aventura. Existe doble moral en este aspecto, criticamos la infidelidad cuando nos afecta, pero la aplaudimos cuando se trata de un acto de "valentía", nos emocionamos cuando leemos un libro o vemos una película donde los personajes principales son infieles a sus parejas para hacer una oda al amor porque aparentemente están con las personas equivocadas.
Ahora bien, desde este punto de vista se podría decir que la infidelidad no es buena ni mala en si misma, sino en quienes ejecutan esta acción y quienes sean sus espectadores. Todos tenemos diferentes perspectivas y esto es lo que la hace aún más interesante. Quién no ha aprobado un affair por el simple hecho de ser un amigo/a o familiar quien está escribiendo esa historia y hasta creen tener razón al afirmar que la pareja engañada "merecido lo tiene"; algunos admiran a esos que dicen tener más mujeres y ellos se sienten héroes porque son tildados de "perros" a partir de historias contadas por ellos mismos o pillados, como el caso del Golfista Tiger Woods, quién se hizo a la envidia de muchos hombres que quisieran ser él; pero la perspectiva cambia cuando es una mujer la que cae en la tentación y lo hace más complicado aún porque es juzgada y satanizada, incluso llamada "perra" por falsas historias de esos que se vanaglorian de ser llamados "perros".
Es aquí donde entro a un tema que siempre me ha parecido fascinante: Demostrar que las mujeres puede que sean menos infieles que los hombres, pero en definitiva, ellas lo hacen mejor. A través de la historia, el hombre se ha posicionado en un rol machista y misógino, que le hace creer que su potencia sexual y hombría, se encuentra ligada a su capacidad para entablar relación con diferentes mujeres, lo que lo lleva a cometer muchos errores al momento de vivir una aventura, porque para él es algo normal y natural y actúa por instinto y no con inteligencia. La mujer, siendo presa fácil de la opinión pública y moralmente más atacada por este tipo de actos, se ha tenido que acoplar a esta dinámica de manera diferente, en su mayoría pasando inadvertida, incrementando su creatividad y su genialidad para hacer del riesgo, algo inexistente.
Pero ¿qué hace que la mujer sea mejor que el hombre en el tema de la infidelidad? Sencillo, independiente de cuál sea su finalidad: placer, curiosidad, aventura, gusto o demás, lo que está claro es que una mujer no lo hace para tener una historia qué contar, es reservada y sabe que eso no le importa a nadie, solo a ella y guarda en sus recuerdos ese acto; no tiene que mentirle a un hombre para llevarlo a la cama, puede ser ocasional o demasiado casual y eso no afectará la relación con su pareja; no se exhibe con la otra persona en bares, parques o restaurantes, busca la privacidad y mantiene el bajo perfil haciendo que sea indetectable; no lo hace con cualquiera y no hace promesas que no puede cumplir; entre otras razones más, que no voy a ahondar, pues no pretendo animarlas a hacerlo y mucho menos ponerlas en tela de juicio.
Hombres y Mujeres, ya que no van a dejar de hacerlo, por lo menos háganlo bien, sean reservad
os o en palabras más coloquiales: "coma calla'o y siempre use condón"; lo peor de la infidelidad es la desilusión que deja en su pareja y el dolor de la traición. Piensen siempre en esto antes de lanzarse al ruedo: ¿Vale la pena arriesgarse y perder esa gran persona que tienen a su lado por una aventura? La pareja va a sufrir por el engaño, pero el verdadero perdedor puede ser usted. La mejor forma de aventurar es estando soltero/a, si no va a respetar a su pareja porque ella no lo llena sentimental y físicamente, le aconsejo que lo mejor que puede hacer es hacerse a un lado y así evitar un mutuo dolor. Piénselo.
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Muy buena forma de tratar un tema tan satanisado creo que es una realidad que pocos asumen con responsabilidad y madurez más en una sociedad tan machista saludos y buen escrito ...
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